Gabriel Navarro: ´La Economía Social es una fórmula que crea empleo y riqueza´
El presidente de Asescan reivindica «una forma de emprender democrática y responsable para garantizar el bienestar común»
UBAY GARCÍA «La empresa de Economía Social, con su manera de emprender diferente, más democrática, participativa, comprometida y responsable con los recursos de los que dispone, es el camino más seguro y eficiente para garantizar el bienestar económico y social de nuestra comunidad global», expone el presidente de Asescan, Gabriel Navarro. Cada vez son más complejos y diversos los factores que «condicionan la sostenibilidad de la economía global, y el componente social juega un papel determinante en el equilibrio del sistema», explica Navarro.
Doce años fomentando la Economía Social
Asescan es una asociación independiente y sin ánimo de lucro, con doce años de experiencia en el fomento y la defensa de los valores de la Economía Social, «una fórmula creadora de empleo y riqueza», según el presidente de la asociación. Más de una década después de que la organización diera sus primeros pasos, en el año 1998, se ha convertido en un referente en Canarias para promover la Economía Social. Asescan engloba un conjunto de entidades privadas, cooperativas y sociedades laborales, «con una fuerte capacidad de interlocución ante las Administraciones Públicas y las organizaciones empresariales, tanto en el ámbito regional como en el nacional», en palabras de su presidente.
La asociación coordina y representa a un total de 39 entidades de Economía Social de todo el Archipiélago, que dedican su actividad a sectores tan diversos como el transporte, la artesanía, la agricultura o el ámbito audiovisual, entre otros. Asescan, además, realiza labores de información, asesoramiento, gestión y tramitación de subvenciones, formación y «todos aquellos servicios que nuestros asociados demandan para la defensa, promoción, difusión y fomento de nuestro modelo de empresa», afirma Navarro, también presidente de la compañía de transporte público Global Salcai Utinsa.
Competitividad
Desde algunos ámbitos sociales y económicos, se siguen mostrando dudas acerca de la competitividad de estas empresas, en comparación con el resto, probablemente debido al desconocimiento de sus características. Ante esto, Navarro plantea que «la solidez de los valores de la Economía Social son nuestra principal razón para conservar las entidades que integra, mientras que la empresa tradicional tiene que cambiar para sobrevivir». El directivo de la asociación muestra su escepticismo ante la competitividad que puedan tener las empresas tradicionales en el futuro. «Dependerá de si adoptan la visión y misión de las empresas de nuestra ética empresarial», asegura.
Un modelo económico basado en la sostenibilidad, las estructuras democráticas y la participación puede considerarse una vía de garantías para superar la actual crisis económica, asentada en el mapa económico internacional. Gabriel Navarro prefiere «valorar primero los resultados de la crisis y exigir responsabilidades a los causantes». «Lo que queda claro es que no saldremos de ella si no generamos nuevas confianzas e ilusiones», añade. «Eso sólo será posible con un comportamiento basado en principios y valores éticos más transparentes, justos y solidarios, donde todos nos beneficiemos de los resultados económicos, sociales y ambientales». El presidente de Asescan está convencido de que las empresas de economía social son un buen ejemplo para cumplir con este planteamiento.
Practicar la igualdad
El presidente de la asociación es consciente de que la filosofía inherente a la Economía Social facilita la existencia de paridad en las plantillas de las entidades que integra. «No tendría sentido que una empresa que se caracteriza por la gestión democrática, la participación y la cooperación no practicara la igualdad entre los hombres y las mujeres que forman parte de ella», sentencia.
Podemos observar que, en este asunto, la empresa de Economía Social va un paso por delante de la empresa convencional, en la que, a pesar de una tendencia creciente, sigue existiendo una minoría femenina. «Las empresas de Economía Social han sido un referente a seguir en la incorporación de las mujeres al mundo laboral, ya que, tanto desde la posición de trabajadoras como desde la de accionistas, han creado su propio itinerario laboral y empresarial en compañía de otras mujeres», expone Navarro.
El directivo de Asescan contempla que «las mujeres se han encargado de la realización de servicios que viene demandando la sociedad». Estos servicios se dirigen a diversos ámbitos, como los derivados de la Ley de Dependencia, tales como «la ayuda domiciliaria, el apoyo a la tercera edad o la asistencia a discapacitados, o los relacionados con el sector agrícola e industrial, donde son conocidas en la fabricación de quesos y mermeladas». Existen muchos otros sectores en los que ha destacado la labor femenina, de entre los que el dirigente de la asociación subraya «la recuperación y rehabilitación de espacios naturales».
A Navarro no le son indiferentes las dificultades que aún encuentran las mujeres en la empresa tradicional, pese al importante incremento que ha experimentado el volumen de empleo femenino en los últimos años. El presidente de Asescan lamenta que otras empresas no adopten modelos más paritarios en su ideario, «no sólo por el derecho inexcusable de la igualdad, sino también por la valiosa aportación que ha supuesto la presencia femenina para el desarrollo y la rentabilidad de las empresas».
Invisibilidad
Gabriel Navarro es crítico con la poca implicación institucional para fomentar e impulsar la Economía Social. «Ni siquiera saben que existimos, ni qué defendemos», comenta. «Impulsar la Economía Social es apreciarla, valorarla, difundirla y fomentarla como modelo de empresa, y el esfuerzo continuo de Asescan para apoyar el modelo económico social de nuestras empresas resulta insuficiente», lamenta Navarro. «Por ello exigimos a los responsables públicos una mayor dedicación de recursos a la formación y asesoramiento a los nuevos emprendedores para facilitarles la oportunidad de crear riqueza y su propio puesto de trabajo a través de una cooperativa o una sociedad laboral».
En su preocupación por la invisibilidad de esta fórmula, el presidente de Asescan coincide con Fernando Carnero, profesor de la Universidad de La Laguna y miembro del Grupo de investigación de Economía Social de Canarias. Según Carnero, los asesores en materia de creación de empresas «rara vez recomiendan la constitución de una cooperativa o sociedad laboral, sino que se centran más bien en sociedades mercantiles». Para el profesor, esta tendencia se debe al desconocimiento, ya que «muchos trabajadores optarían por el modelo económico social para el autoempleo, si lo conocieran».
Carnero es optimista con el Anteproyecto de ley que se debate en estos momentos en el Parlamento nacional. El experto considera este avance legislativo una buena oportunidad para «hacer más visible este modelo, ya que, por primera vez en el Ordenamiento Jurídico español, va a aparecer el concepto de Economía Social».
Proyectos para emprendedores sociales
Asescan complementa su labor de apoyo y consolidación de la Economía Social por medio de iniciativas de diversa índole. Su presidente destaca los proyectos dirigidos a emprendedores que quieren poner en marcha una empresa de Economía Social. El ´Programa del estímulo del empleo a través del movimiento cooperativo´ es un buen ejemplo de ello. La organización apoya, en esta iniciativa, la creación de un total de cinco cooperativas, por medio de la subvención concedida por el Servicio Canario de Empleo.
La idea consiste en conformar cinco cooperativas, con un mínimo de tres trabajadores cada una, que generen un mínimo de quince puestos de trabajo que se desarrollen en el año presente y se consoliden en los dos siguientes. Para ello, los emprendedores desempleados disfrutan de la ventaja que les supone un pago único.
Con este programa se pone en contacto a distintos profesionales de un mismo sector que se encuentren en desempleo o sin actividad en el sector del autoempleo, con la intención de que creen una cooperativa y aprovechen así las potencialidades de cada uno. El fin que se persigue es el de «reactivar el tejido productivo a través del movimiento cooperativo», según explica la asociación.
El proyecto consta de varias fases, centradas en la captación de los componentes necesarios para formar la cooperativa, impartir formación sobre la creación de la misma y sobre estrategias de negocio, apoyo y seguimiento de la organización y servicios de asesoría y gestoría.
No se puede obviar la labor de difusión de la Economía Social que realiza Asescan desde su página web (www.asescan.org). No sólo se ofrece información sobre las entidades integradas en la asociación, los sectores abordados o los proyectos que realiza, sino que expone algunas de las líneas básicas para conocer el concepto de Economía Social y las características de las empresas que se encuadran en este modelo.
Para Gabriel Navarro es también reseñable la labor de la asociación en materia de cooperación internacional, y la organización de «cursos, seminarios y jornadas que contribuyen a una mejor cualificación y capacitación de los trabajadores y socios de nuestras empresas». Participando en estos campos, Asescan da respuesta así «a nuestra principal seña de identidad corporativa, basada en la responsabilidad social de nuestras empresas, la solidaridad entre ellas y el respeto al medio ambiente».